EL “GANAO”
Autor: Moises Rodriguez
Hoy, primer día de encierros en La Vall, me dispongo, como muchos otros aficionados, a participar de este gran evento, del cual disfrutamos un gran número de aficionados. En los momentos previos se producen los esperados encuentros con los amigos y compañeros de afición, corredores que vienen de todos los pueblos cercanos y en ocasiones de cientos de kilómetros, pues son grandes aficionados,
capaces de conducir durante largo tiempo para poder disfrutar de lo que más les gusta, correr un encierro.
Suena el cohete en el cielo, todos nos deseamos suerte y repasamos mentalmente lo que vamos hacer en la carrera. Hoy el cartel promete, pues anuncia un encierro de Machancoses, ganadería que suele traer toros grandes y bien presentados.
Por fin se abre la puerta de corrales y aparece calle abajo la manada… ¿manada? ¿Pero esto qué es? Deben haberse equivocado o se les ha escapado todo “el ganao”.
Los aficionados que esperan 6 toros bien presentados para arrimar el hombro se encuentran de repente con todo “el ganao” que baja desparramado por la calle, ocupando todo el espacio y alargando la manada hasta el infinito.
Lamentable.
Considero y sé que muchos coinciden conmigo que esto es una falta de respeto hacia los buenos aficionados y buenos corredores de encierros que nos damos cita en La Vall, esperando hacer una buena carrera y disfrutar de lo que nos gusta, que es correr un encierro, un encierro de verdad y no hacer una “trashumancia” de ganado.
Que en su día estuvo bien, cuando se hizo para conmemorar el 25 aniversario y se dio suelta, previo anuncio, a otros tantos animales, pero que se repita por costumbre y que para colmo no se anuncie en la programación, repito, es una falta de respeto hacia todos los aficionados y más si vienen de lejos.
Para ser un ejemplo hay que predicar con el y dar uno bueno.
Moisés Rodríguez Abad.
Hoy, primer día de encierros en La Vall, me dispongo, como muchos otros aficionados, a participar de este gran evento, del cual disfrutamos un gran número de aficionados. En los momentos previos se producen los esperados encuentros con los amigos y compañeros de afición, corredores que vienen de todos los pueblos cercanos y en ocasiones de cientos de kilómetros, pues son grandes aficionados, capaces de conducir durante largo tiempo para poder disfrutar de lo que más les gusta, correr un encierro.
Suena el cohete en el cielo, todos nos deseamos suerte y repasamos mentalmente lo que vamos hacer en la carrera. Hoy el cartel promete, pues anuncia un encierro de Machancoses, ganadería que suele traer toros grandes y bien presentados.
Por fin se abre la puerta de corrales y aparece calle abajo la manada… ¿manada? ¿Pero esto qué es? Deben haberse equivocado o se les ha escapado todo “el ganao”.
Los aficionados que esperan 6 toros bien presentados para arrimar el hombro se encuentran de repente con todo “el ganao” que baja desparramado por la calle, ocupando todo el espacio y alargando la manada hasta el infinito.
Lamentable.
Considero y sé que muchos coinciden conmigo que esto es una falta de respeto hacia los buenos aficionados y buenos corredores de encierros que nos damos cita en La Vall, esperando hacer una buena carrera y disfrutar de lo que nos gusta, que es correr un encierro, un encierro de verdad y no hacer una “trashumancia” de ganado.
Que en su día estuvo bien, cuando se hizo para conmemorar el 25 aniversario y se dio suelta, previo anuncio, a otros tantos animales, pero que se repita por costumbre y que para colmo no se anuncie en la programación, repito, es una falta de respeto hacia todos los aficionados y más si vienen de lejos.
Para ser un ejemplo hay que predicar con el y dar uno bueno.
Moisés Rodríguez Abad.
Dos feas cogidas son las protagonistas de la tarde en Vila-real
Empiezan las fiestas en la Colonia Segarra de La Vall d’Uixó
