La Vall d’Uixó cierra su temporada taurina con dos toros de bandera
Autor: torodigital -
Este sábado 1 de noviembre de 2025, La Vall d’Uixó ponía el broche final a las fiestas en honor a San Roque, clausurando así una temporada taurina que se ha prolongado durante más de seis meses. Desde finales de abril hasta este último día, la localidad castellonense se ha reafirmado como una de las grandes capitales del toro en la Comunitat Valenciana, con un calendario festivo que ha mantenido viva la pasión por la tauromaquia en cada rincón del municipio. La última jornada vespertina estuvo organizada por las peñas Amics de Sant Roc y El Timbre, que ofrecieron un cierre por todo lo alto con la exhibición de dos toros adquiridos de ganaderías de reconocido prestigio. El primero en saltar a las calles fue un precioso ejemplar de Martín Lorca, que inició su recorrido algo despistado, explorando las calles antes de regresar al punto de partida. Fue allí donde mostró sus mejores evoluciones, arrancando con alegría a los quiebros de los mozos. Poco a poco fue cambiando la dinámica inicial, dejando detalles de nobleza y transmisión en cada arrancada. Su comportamiento fue de menos a más, permitiendo una lidia limpia y lucida que conectó con el público. A continuación, hizo su aparición un burel de la ganadería de Herederos de Cebada Gago, que desde el primer instante mostró una chispa especial. Salió con codicia, sabiendo lo que dejaba atrás, repitiendo con fuerza a los recortadores y protagonizando unos primeros minutos de auténtico vértigo. Cada arrancada fue un alarde de bravura, poniendo a cada uno en su sitio y levantando notables aplausos entre los asistentes. Su paso por las calles generó momentos de tensión y emoción, dejando una lidia vibrante que será recordada por su intensidad. A falta de la tradicional embolada nocturna, este doble festejo vespertino dejó un excelente sabor de boca entre los aficionados de la Plana Baixa, que despidieron la temporada con orgullo y emoción. La Vall d’Uixó, una vez más, demostró que el toro en la calle sigue siendo una expresión viva de cultura, respeto y pasión compartida.

Este sábado 1 de noviembre de 2025, La Vall d’Uixó ponía el broche final a las fiestas en honor a San Roque, clausurando así una temporada taurina que se ha prolongado durante más de seis meses. Desde finales de abril hasta este último día, la localidad castellonense se ha reafirmado como una de las grandes capitales del toro en la Comunitat Valenciana, con un calendario festivo que ha mantenido viva la pasión por la tauromaquia en cada rincón del municipio. La última jornada vespertina estuvo organizada por las peñas Amics de Sant Roc y El Timbre, que ofrecieron un cierre por todo lo alto con la exhibición de dos toros adquiridos de ganaderías de reconocido prestigio. El primero en saltar a las calles fue un precioso ejemplar de Martín Lorca, que inició su recorrido algo despistado, explorando las calles antes de regresar al punto de partida. Fue allí donde mostró sus mejores evoluciones, arrancando con alegría a los quiebros de los mozos. Poco a poco fue cambiando la dinámica inicial, dejando detalles de nobleza y transmisión en cada arrancada. Su comportamiento fue de menos a más, permitiendo una lidia limpia y lucida que conectó con el público. A continuación, hizo su aparición un burel de la ganadería de Herederos de Cebada Gago, que desde el primer instante mostró una chispa especial. Salió con codicia, sabiendo lo que dejaba atrás, repitiendo con fuerza a los recortadores y protagonizando unos primeros minutos de auténtico vértigo. Cada arrancada fue un alarde de bravura, poniendo a cada uno en su sitio y levantando notables aplausos entre los asistentes. Su paso por las calles generó momentos de tensión y emoción, dejando una lidia vibrante que será recordada por su intensidad. A falta de la tradicional embolada nocturna, este doble festejo vespertino dejó un excelente sabor de boca entre los aficionados de la Plana Baixa, que despidieron la temporada con orgullo y emoción. La Vall d’Uixó, una vez más, demostró que el toro en la calle sigue siendo una expresión viva de cultura, respeto y pasión compartida.




