La Vall d’Uixó retoma la emoción taurina con dos astados de Victoriano del Río
Autor: torodigital -
Tras tres intensas jornadas dedicadas a los actos litúrgicos en honor a la Sagrada Familia y el Santísimo Cristo, la localidad de la Vall d’Uixó retomó este miércoles su pulso taurino con una doble cita en la calle. La expectación era palpable: aún resonaban en la memoria colectiva los ecos de la memorable actuación de Misigato, el bravo ejemplar de Victoriano del Río que el pasado sábado dejó una huella imborrable en los aficionados. La jornada vespertina arrancó con la suelta del primero de los dos toros previstos, ambos pertenecientes a la misma camada que protagonizó el encierro del fin de semana. El segundo, un toro embolado, fue el que no pudo salir en su momento debido a la lluvia, y que finalmente encontró su espacio en el programa a las 19:30 horas de este miércoles. Desde el primer momento, los presentes pudieron constatar la cuidada presentación de los astados, una constante en la casa ganadera. Sin embargo, el listón que dejó Misigato fue tan elevado que, pese a las embestidas con chispa y algunos momentos de emoción que animaron a los rodaors a lucirse, la sensación general fue de que la tarde no alcanzó las cotas de intensidad vividas el sábado. El toro embolado, de imponente estampa, despertó cierta ilusión entre los asistentes al recordar, por su presencia, al ya célebre Misigato. No obstante, más allá del parecido físico, su comportamiento en la arena no logró igualar la bravura ni la entrega de su hermano de camada. Aun así, la afición respondió con entusiasmo, demostrando una vez más que en la Vall d’Uixó, el toro en la calle es mucho más que una tradición: es una pasión que se vive con intensidad, día tras día, toro tras toro.
Tras tres intensas jornadas dedicadas a los actos litúrgicos en honor a la Sagrada Familia y el Santísimo Cristo, la localidad de la Vall d’Uixó retomó este miércoles su pulso taurino con una doble cita en la calle. La expectación era palpable: aún resonaban en la memoria colectiva los ecos de la memorable actuación de Misigato, el bravo ejemplar de Victoriano del Río que el pasado sábado dejó una huella imborrable en los aficionados. La jornada vespertina arrancó con la suelta del primero de los dos toros previstos, ambos pertenecientes a la misma camada que protagonizó el encierro del fin de semana. El segundo, un toro embolado, fue el que no pudo salir en su momento debido a la lluvia, y que finalmente encontró su espacio en el programa a las 19:30 horas de este miércoles. Desde el primer momento, los presentes pudieron constatar la cuidada presentación de los astados, una constante en la casa ganadera. Sin embargo, el listón que dejó Misigato fue tan elevado que, pese a las embestidas con chispa y algunos momentos de emoción que animaron a los rodaors a lucirse, la sensación general fue de que la tarde no alcanzó las cotas de intensidad vividas el sábado. El toro embolado, de imponente estampa, despertó cierta ilusión entre los asistentes al recordar, por su presencia, al ya célebre Misigato. No obstante, más allá del parecido físico, su comportamiento en la arena no logró igualar la bravura ni la entrega de su hermano de camada. Aun así, la afición respondió con entusiasmo, demostrando una vez más que en la Vall d’Uixó, el toro en la calle es mucho más que una tradición: es una pasión que se vive con intensidad, día tras día, toro tras toro.
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