Penya l’Esgarró – Exhibe un toro de Román Sorando que dio emoción en las calles
Autor: torodigital -
En el marco de las tradicionales fiestas patronales de San Bartolomé, Nules volvió a vestirse de gala para recibir una jornada taurina cargada de expectación y respeto por la cultura popular. Este viernes 29 de agosto de 2025, la emblemática penya l’Esgarró asumía el protagonismo, y lo hacía con una apuesta seria: un ejemplar de imponente presencia y trapío, procedente de la prestigiosa ganadería jienense de Román Sorando, conocida por criar toros con nobleza, fondo y una estampa que impone desde el primer vistazo. El toro, cuajado y bien armado, irrumpió en la plaza con una energía contenida pero firme, dirigiéndose con decisión hacia el recortador local que lo esperaba con temple y valor. Los primeros cites fueron respondidos con solvencia por el astado, demostrando prontitud en la embestida y una mirada fija que denotaba inteligencia y casta. El público, conocedor y entregado, supo valorar la calidad de las arrancadas y el respeto mutuo entre hombre y animal. Conforme avanzaba la lidia, el toro mostró una evolución interesante: si bien le costaba arrancar en ciertos momentos, lo hacía con entrega cuando se le provocaba con criterio. Los quites, ejecutados con precisión por los recortadores más experimentados, fueron momentos de alto voltaje emocional. El animal respondía con nobleza, sin perder la seriedad, marcando los terrenos con autoridad y dejando claro que no se trataba de un mero trámite festivo, sino de una auténtica prueba de bravura. Ya en la fase final, el toro recorrió las calles de Nules con una estampa majestuosa, luciendo su belleza y dejando una estela de admiración entre los asistentes.

En el marco de las tradicionales fiestas patronales de San Bartolomé, Nules volvió a vestirse de gala para recibir una jornada taurina cargada de expectación y respeto por la cultura popular. Este viernes 29 de agosto de 2025, la emblemática penya l’Esgarró asumía el protagonismo, y lo hacía con una apuesta seria: un ejemplar de imponente presencia y trapío, procedente de la prestigiosa ganadería jienense de Román Sorando, conocida por criar toros con nobleza, fondo y una estampa que impone desde el primer vistazo. El toro, cuajado y bien armado, irrumpió en la plaza con una energía contenida pero firme, dirigiéndose con decisión hacia el recortador local que lo esperaba con temple y valor. Los primeros cites fueron respondidos con solvencia por el astado, demostrando prontitud en la embestida y una mirada fija que denotaba inteligencia y casta. El público, conocedor y entregado, supo valorar la calidad de las arrancadas y el respeto mutuo entre hombre y animal. Conforme avanzaba la lidia, el toro mostró una evolución interesante: si bien le costaba arrancar en ciertos momentos, lo hacía con entrega cuando se le provocaba con criterio. Los quites, ejecutados con precisión por los recortadores más experimentados, fueron momentos de alto voltaje emocional. El animal respondía con nobleza, sin perder la seriedad, marcando los terrenos con autoridad y dejando claro que no se trataba de un mero trámite festivo, sino de una auténtica prueba de bravura. Ya en la fase final, el toro recorrió las calles de Nules con una estampa majestuosa, luciendo su belleza y dejando una estela de admiración entre los asistentes.





