Onda cierra su feria con emoción, contrastes y lleno absoluto
Autor: torodigital -
Este sábado 25 de octubre de 2025, la Fira d’Onda bajó el telón por todo lo alto, culminando una semana de festejos con una jornada marcada por la afluencia masiva de público y el sabor auténtico del toro bravo. Desde primeras horas, el encierro matutino congregó a miles de aficionados que abarrotaron las calles, preludio de una tarde intensa y cargada de matices. La sesión vespertina arrancó con la esperada exhibición de los cuatro astados restantes del hierro de Adolfo Martín, ganadería que dejó huella en esta edición. Cada toro ofreció una lectura distinta del comportamiento bravo, regalando momentos de emoción y también de reflexión. El primero de la tarde, hermano de camada, salió al Raval de Sant Josep con un comportamiento dispar. Noble en los primeros quites, mostró fijeza en los embroques y permitió una lidia vistosa, aunque por momentos se desentendía de los mozos, marcando su propio ritmo. Una res de personalidad compleja que exigía temple y lectura. El segundo ejemplar irrumpió en el albero con chispa y velocidad, marchándose hacia el Pla, donde protagonizó los mejores pasajes de la tarde. Alegre en los quiebros, respondió con prontitud a los rodadores, elevando el listón y dejando un excelente sabor de boca entre los presentes. El tercero, también desde el Pla, resultó frío y falto de transmisión. Pese a la insistencia de los recortadores, no quiso emplearse, dejando una sensación de vacío y enfriando el ambiente que hasta entonces había ido en ascenso. El cuarto y último burel, salido desde la Safona casi al anochecer, recorrió con ímpetu las calles hasta llegar al Raval, donde mostró sus mejores evoluciones. Su movilidad y entrega devolvieron la emoción a una tarde de contrastes, en la que la desigualdad de juego entre los ejemplares fue evidente. Con esta jornada, la Fira d’Onda se despide tras haber llenado cada rincón de la localidad castellonense durante todos sus días de celebración. Miles de visitantes llegados desde distintos puntos de la geografía nacional han convertido a Onda en epicentro del festejo popular, consolidando su lugar en el mapa de las grandes citas taurinas del calendario.
Este sábado 25 de octubre de 2025, la Fira d’Onda bajó el telón por todo lo alto, culminando una semana de festejos con una jornada marcada por la afluencia masiva de público y el sabor auténtico del toro bravo. Desde primeras horas, el encierro matutino congregó a miles de aficionados que abarrotaron las calles, preludio de una tarde intensa y cargada de matices. La sesión vespertina arrancó con la esperada exhibición de los cuatro astados restantes del hierro de Adolfo Martín, ganadería que dejó huella en esta edición. Cada toro ofreció una lectura distinta del comportamiento bravo, regalando momentos de emoción y también de reflexión. El primero de la tarde, hermano de camada, salió al Raval de Sant Josep con un comportamiento dispar. Noble en los primeros quites, mostró fijeza en los embroques y permitió una lidia vistosa, aunque por momentos se desentendía de los mozos, marcando su propio ritmo. Una res de personalidad compleja que exigía temple y lectura. El segundo ejemplar irrumpió en el albero con chispa y velocidad, marchándose hacia el Pla, donde protagonizó los mejores pasajes de la tarde. Alegre en los quiebros, respondió con prontitud a los rodadores, elevando el listón y dejando un excelente sabor de boca entre los presentes. El tercero, también desde el Pla, resultó frío y falto de transmisión. Pese a la insistencia de los recortadores, no quiso emplearse, dejando una sensación de vacío y enfriando el ambiente que hasta entonces había ido en ascenso. El cuarto y último burel, salido desde la Safona casi al anochecer, recorrió con ímpetu las calles hasta llegar al Raval, donde mostró sus mejores evoluciones. Su movilidad y entrega devolvieron la emoción a una tarde de contrastes, en la que la desigualdad de juego entre los ejemplares fue evidente. Con esta jornada, la Fira d’Onda se despide tras haber llenado cada rincón de la localidad castellonense durante todos sus días de celebración. Miles de visitantes llegados desde distintos puntos de la geografía nacional han convertido a Onda en epicentro del festejo popular, consolidando su lugar en el mapa de las grandes citas taurinas del calendario.
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