La fuerza femenina toma las riendas del festejo taurino en Moncofa
Autor: torodigital -
Este lunes 6 de octubre de 2025, la localidad castellonense de Moncofa vivió una intensa jornada taurina en el marco de sus fiestas patronales en honor a Sant Antoni, donde la emoción, la tradición y el respeto por la cultura del toro fueron protagonistas. Por segundo año consecutivo, la Asociación Taurina de Mujeres tomó las riendas de la exhibición vespertina, presentando un astado de impecable presencia, perteneciente a la ganadería Toros de Ojailén, que destacó por su armonía de hechuras, nobleza en la mirada y trapío digno de plaza. La salida del toro fue fulgurante, dirigiéndose con decisión hacia el recortador que lo esperaba en la puerta, marcando desde el primer instante su carácter y bravura. En los primeros compases, el animal recorrió con soltura y agilidad buena parte de la barriada, dejando estampas de gran plasticidad y momentos de tensión bien resueltos por los participantes. Una vez centrado en el albero, se pudieron apreciar detalles de calidad en su comportamiento: embestidas templadas, mirada fija y una creciente atención al entorno que evidenciaba su sentido desarrollado. El público, entregado, supo valorar la nobleza del ejemplar, que fue finalmente encerrado sin incidentes, dejando una grata impresión entre los aficionados. Acto seguido, se soltaron varias vaquillas del ganadero local Javier Tárrega "El Gallo", bien conocidas por su movilidad y juego. Las reses cumplieron con creces, ofreciendo momentos de entretenimiento y emoción. Durante la lidia se produjo un pequeño susto que, afortunadamente, no tuvo consecuencias graves, quedando en una anécdota más de la jornada. Ya entrada la noche, se procedió a la embolada del mismo toro exhibido por la tarde. El ritual, cargado de simbolismo y tradición, se desarrolló con pulcritud y belleza. El astado, tras ser embolado con destreza, mostró menos movilidad que en la tarde, aquerenciándose en una de las calles del recorrido y manteniéndose atento a cualquier movimiento, siempre buscando la salida. Aunque se vieron menos detalles en su comportamiento, el respeto por el animal y la solemnidad del acto marcaron el cierre de una jornada taurina completa, que dejó satisfechos a vecinos y visitantes.
Este lunes 6 de octubre de 2025, la localidad castellonense de Moncofa vivió una intensa jornada taurina en el marco de sus fiestas patronales en honor a Sant Antoni, donde la emoción, la tradición y el respeto por la cultura del toro fueron protagonistas. Por segundo año consecutivo, la Asociación Taurina de Mujeres tomó las riendas de la exhibición vespertina, presentando un astado de impecable presencia, perteneciente a la ganadería Toros de Ojailén, que destacó por su armonía de hechuras, nobleza en la mirada y trapío digno de plaza. La salida del toro fue fulgurante, dirigiéndose con decisión hacia el recortador que lo esperaba en la puerta, marcando desde el primer instante su carácter y bravura. En los primeros compases, el animal recorrió con soltura y agilidad buena parte de la barriada, dejando estampas de gran plasticidad y momentos de tensión bien resueltos por los participantes. Una vez centrado en el albero, se pudieron apreciar detalles de calidad en su comportamiento: embestidas templadas, mirada fija y una creciente atención al entorno que evidenciaba su sentido desarrollado. El público, entregado, supo valorar la nobleza del ejemplar, que fue finalmente encerrado sin incidentes, dejando una grata impresión entre los aficionados. Acto seguido, se soltaron varias vaquillas del ganadero local Javier Tárrega "El Gallo", bien conocidas por su movilidad y juego. Las reses cumplieron con creces, ofreciendo momentos de entretenimiento y emoción. Durante la lidia se produjo un pequeño susto que, afortunadamente, no tuvo consecuencias graves, quedando en una anécdota más de la jornada. Ya entrada la noche, se procedió a la embolada del mismo toro exhibido por la tarde. El ritual, cargado de simbolismo y tradición, se desarrolló con pulcritud y belleza. El astado, tras ser embolado con destreza, mostró menos movilidad que en la tarde, aquerenciándose en una de las calles del recorrido y manteniéndose atento a cualquier movimiento, siempre buscando la salida. Aunque se vieron menos detalles en su comportamiento, el respeto por el animal y la solemnidad del acto marcaron el cierre de una jornada taurina completa, que dejó satisfechos a vecinos y visitantes.
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