Dos toros, dos estilos: emoción y respeto en la apertura taurina de la Soledad en Nules
Autor: torodigital -
Este sábado 4 de octubre de 2025 dieron comienzo las esperadas fiestas patronales en honor a la Virgen de la Soledad en la localidad castellonense de Nules, con una jornada taurina que marcó el inicio de los actos más tradicionales y populares. Dos peñas fueron las encargadas de abrir el cartel taurino, protagonizando una tarde de intensidad, emoción y respeto por la bravura. La veterana Peña El 7, con décadas de historia y afición a sus espaldas, presentó un ejemplar de la legendaria ganadería de Victorino Martín, sinónimo de seriedad, trapío y exigencia. El toro, de impecable presentación y mirada desafiante, salió con ímpetu desde los cajones, tomando las calles con decisión. Tras una primera arrancada que lo llevó fuera de la plaza, regresó con fuerza, embistiendo con codicia a los mozos que lo citaban con temple y valor. El astado recorrió la vila con nobleza pero sin perder la tensión, parándose en esquinas, midiendo terrenos y creando peligro en cada arrancada. Su comportamiento fue fiel reflejo del encaste: exigente, encastado y con ese punto de genio que hace vibrar al aficionado. Tras una lidia callejera de gran intensidad, fue encerrado con solvencia, dejando el listón alto para el siguiente turno. La segunda parte de la tarde estuvo a cargo de la peña AGT Esmorçar del Bou, que apostó por un toro bien armado de la ganadería de Ángel Gómez. El animal salió con chispa, mostrando viveza desde el primer instante. Enfiló con determinación la calle Mayor, protagonizando veloces carreras por las amplias arterias del casco antiguo, donde los corredores demostraron agilidad y conocimiento del terreno. El toro volvió en varias ocasiones a la plaza, atendiendo con prontitud a los cites de los mozos, y repitiendo salidas a las calles, lo que permitió disfrutar de una lidia dinámica, con momentos de gran plasticidad en las carreras. Su nobleza y movilidad ofrecieron espectáculo sin perder la emoción, cerrando así una tarde que dejó satisfechos a los aficionados y vecinos congregados. La jornada taurina inaugural de las fiestas de la Soledad en Nules fue un éxito rotundo, con dos toros de distinta procedencia, pero ambos con presencia y comportamiento digno de plaza. La afición de la Plana Baixa respondió con entusiasmo, y las peñas demostraron, una vez más, que la pasión por el toro sigue viva en las calles de Nules.
Este sábado 4 de octubre de 2025 dieron comienzo las esperadas fiestas patronales en honor a la Virgen de la Soledad en la localidad castellonense de Nules, con una jornada taurina que marcó el inicio de los actos más tradicionales y populares. Dos peñas fueron las encargadas de abrir el cartel taurino, protagonizando una tarde de intensidad, emoción y respeto por la bravura. La veterana Peña El 7, con décadas de historia y afición a sus espaldas, presentó un ejemplar de la legendaria ganadería de Victorino Martín, sinónimo de seriedad, trapío y exigencia. El toro, de impecable presentación y mirada desafiante, salió con ímpetu desde los cajones, tomando las calles con decisión. Tras una primera arrancada que lo llevó fuera de la plaza, regresó con fuerza, embistiendo con codicia a los mozos que lo citaban con temple y valor. El astado recorrió la vila con nobleza pero sin perder la tensión, parándose en esquinas, midiendo terrenos y creando peligro en cada arrancada. Su comportamiento fue fiel reflejo del encaste: exigente, encastado y con ese punto de genio que hace vibrar al aficionado. Tras una lidia callejera de gran intensidad, fue encerrado con solvencia, dejando el listón alto para el siguiente turno. La segunda parte de la tarde estuvo a cargo de la peña AGT Esmorçar del Bou, que apostó por un toro bien armado de la ganadería de Ángel Gómez. El animal salió con chispa, mostrando viveza desde el primer instante. Enfiló con determinación la calle Mayor, protagonizando veloces carreras por las amplias arterias del casco antiguo, donde los corredores demostraron agilidad y conocimiento del terreno. El toro volvió en varias ocasiones a la plaza, atendiendo con prontitud a los cites de los mozos, y repitiendo salidas a las calles, lo que permitió disfrutar de una lidia dinámica, con momentos de gran plasticidad en las carreras. Su nobleza y movilidad ofrecieron espectáculo sin perder la emoción, cerrando así una tarde que dejó satisfechos a los aficionados y vecinos congregados. La jornada taurina inaugural de las fiestas de la Soledad en Nules fue un éxito rotundo, con dos toros de distinta procedencia, pero ambos con presencia y comportamiento digno de plaza. La afición de la Plana Baixa respondió con entusiasmo, y las peñas demostraron, una vez más, que la pasión por el toro sigue viva en las calles de Nules.
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