La playa de Moncofa arranca sus fiestas con una cogida
Autor: torodigital -
El sábado 9 de agosto de 2025, la playa de Moncofa dio inicio a sus festividades en honor a San Roque con un evento que dejó una huella impactante. Se había programado la suelta de un astado jabonero de la ganadería de Martín Campos, un ejemplar bajo y bien desarrollado que, al salir del cajón, mostró un comportamiento poco animado, dirigiéndose lentamente hacia el recortador que lo esperaba. Sin embargo, en un giro inesperado, el animal emprendió una carrera hacia la calle, donde embistió a un aficionado, causándole varias cornadas en un incidente que resultó ser bastante grave. La situación requirió la intervención de una ambulancia, mientras que el toro fue finalmente encerrado con dificultad. Posteriormente, se soltaron vaquillas de la ganadería local de Javier Tárrega, conocido como "El Gallo", que recorrieron las calles, brindando diversión a los asistentes. La jornada culminó con la embolada de un morlaco de corro de la misma ganadería, que se movió rápidamente por las calles de la playa, dejando a la población de la Plana Baixa con un sabor agridulce tras los acontecimientos del día.

El sábado 9 de agosto de 2025, la playa de Moncofa dio inicio a sus festividades en honor a San Roque con un evento que dejó una huella impactante. Se había programado la suelta de un astado jabonero de la ganadería de Martín Campos, un ejemplar bajo y bien desarrollado que, al salir del cajón, mostró un comportamiento poco animado, dirigiéndose lentamente hacia el recortador que lo esperaba. Sin embargo, en un giro inesperado, el animal emprendió una carrera hacia la calle, donde embistió a un aficionado, causándole varias cornadas en un incidente que resultó ser bastante grave. La situación requirió la intervención de una ambulancia, mientras que el toro fue finalmente encerrado con dificultad. Posteriormente, se soltaron vaquillas de la ganadería local de Javier Tárrega, conocido como "El Gallo", que recorrieron las calles, brindando diversión a los asistentes. La jornada culminó con la embolada de un morlaco de corro de la misma ganadería, que se movió rápidamente por las calles de la playa, dejando a la población de la Plana Baixa con un sabor agridulce tras los acontecimientos del día.