Eslida vibró con su tradicional encierro campero en plena Sierra de Espadán
Autor: torodigital -
Este sábado 30 de agosto de 2025, Eslida volvió a rendir homenaje a sus raíces taurinas con la celebración del tradicional encierro campero, una cita singular dentro de sus fiestas patronales que cada año congrega a aficionados y curiosos en pleno corazón de la Sierra de Espadán. La ganadería encargada de cerrar la semana taurina fue Ponce Meliá, que presentó un lote de reses bien armadas, de comportamiento alegre y noble. Los animales recorrieron las estrechas calles del municipio con brío, guiados hacia la montaña, donde una multitud expectante aguardaba su llegada entre aromas de romero y ecos de jolgorio. Una vez en el entorno natural, las reses corretearon y se pasearon con soltura, ofreciendo estampas de gran belleza y momentos de diversión para el público asistente. El contacto directo con el paisaje, la cercanía del animal bravo y la espontaneidad del evento confieren a este encierro un carácter único, donde la tradición se funde con la naturaleza. Eslida volvió a demostrar que la tauromaquia, en sus múltiples formas, sigue viva y arraigada en el alma de sus gentes.
Este sábado 30 de agosto de 2025, Eslida volvió a rendir homenaje a sus raíces taurinas con la celebración del tradicional encierro campero, una cita singular dentro de sus fiestas patronales que cada año congrega a aficionados y curiosos en pleno corazón de la Sierra de Espadán. La ganadería encargada de cerrar la semana taurina fue Ponce Meliá, que presentó un lote de reses bien armadas, de comportamiento alegre y noble. Los animales recorrieron las estrechas calles del municipio con brío, guiados hacia la montaña, donde una multitud expectante aguardaba su llegada entre aromas de romero y ecos de jolgorio. Una vez en el entorno natural, las reses corretearon y se pasearon con soltura, ofreciendo estampas de gran belleza y momentos de diversión para el público asistente. El contacto directo con el paisaje, la cercanía del animal bravo y la espontaneidad del evento confieren a este encierro un carácter único, donde la tradición se funde con la naturaleza. Eslida volvió a demostrar que la tauromaquia, en sus múltiples formas, sigue viva y arraigada en el alma de sus gentes.
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