Lunes taurino sin alardes en Almassora tras el 'subidón' con los dos 'adolfos'
Exhiben dos toros, el ejemplar de Madróñiz previsto en febrero para el Mig Any Fester y un Núñez de Tarifa, que se muestran intermitentes y sin excesivo brillo
Tras el subidón del domingo con la exhibición de los dos toros de Adolfo Martín (muy especialmente el primero, un portentoso y hechurado Jardinito) en una Vila en la que no cabía un alfiler,
Almassora bajó este lunes de la nube con otra doble sesión en la que ni el increíble ambiente del día anterior ni el nivel de los astados pudieron repetirse.El primero de la tarde entraba por la vista. Era el toro que debía haber conocido la Vila el pasado 24 de febrero con motivo del Mig Any Fester, pero el trágico incendio del Campanar, en València, obligó al Ayuntamiento a postergar su exhibición.
De destacable presencia, Gallardo, de la ganadería Madróñiz, no estuvo mal, pero tampoco dejó una actuación memorable. Antes de que se le acabaran las fuerzas, divirtió a los rodaors que le entraron tanto en la plaza Mayor como en la Picaora. Acabó por los suelos más de lo deseado tras resbalar varias veces por el recinto.
También de más a menos se desempeñó el ejemplar de Núñez de Tarifa que le cogió el testigo. Patrocinado por las peñas Els Penjats, El Barrilet, El Racó, T’Empujen, L’Avagelio, La Tabarra, El Jolgorio y Aficionades Taurines, el ejemplar protagonizó un comienzo fulgurante. Salió de los corrales de la plaza Mayor disparado como una centella.
Susto durante la tarde
De hecho, su arrancada inicial al salir de la plaza dejó el único susto de la tarde, cuando fue persiguiendo por detrás a un joven al que cada vez le iba ganando más terreno. El aficionado se tropezó en plena carrera justo al lado del animal, pero, por suerte, Tobillito pasó completamente de largo sin reparar en su caída y siguió adelante con su galopada sin lamentar ningún incidente.