GANADERIA “PALOMA SANCHEZ-RICO” 2024: POCO A POCO
Autor: Javier Salamanca -
En la Finca “Terrones” en el Campo Charro habita una de las pocas ganaderías de sangre Gamero Cívico, por ello es que Doña Paloma Sánchez-Rico y su familia crían con mimo sus reses, bien es cierto que cuesta y mucho estar en ferias, incluso menores, pero el empeño y trabajo al final tiene sus frutos, con camadas no muy largas de unos 3 festejos, con novillos y toros con gran trapío que para este año suman unos 20 ejemplares, algunos de ellos perfectamente validos para plazas de 1º categoría, por eso es que la plaza de Madrid será con seguridad uno de los lugares donde pisen las reses de “Terrones”. Algunos ejemplares tienen tal trapío que los veedores del levante, también andan tras ellos y eso que aun no están hechos del todo. Confiemos en que al igual que otras ganaderías que no están en los circuitos de arriba, poco a poco vayan abriéndose paso y que sus propietarios sigan conservándolas, sino el caudal genético del campo bravo será cada vez más, el llamado “sota, caballo y rey”
En la Finca “Terrones” en el Campo Charro habita una de las pocas ganaderías de sangre Gamero Cívico, por ello es que Doña Paloma Sánchez-Rico y su familia crían con mimo sus reses, bien es cierto que cuesta y mucho estar en ferias, incluso menores, pero el empeño y trabajo al final tiene sus frutos, con camadas no muy largas de unos 3 festejos, con novillos y toros con gran trapío que para este año suman unos 20 ejemplares, algunos de ellos perfectamente validos para plazas de 1º categoría, por eso es que la plaza de Madrid será con seguridad uno de los lugares donde pisen las reses de “Terrones”. Algunos ejemplares tienen tal trapío que los veedores del levante, también andan tras ellos y eso que aun no están hechos del todo. Confiemos en que al igual que otras ganaderías que no están en los circuitos de arriba, poco a poco vayan abriéndose paso y que sus propietarios sigan conservándolas, sino el caudal genético del campo bravo será cada vez más, el llamado “sota, caballo y rey”
Fotos y texto: Javier Salamanca