Almassora abre cartel con un encierro limpio, rápido y con sustos  

Autor: Patricia Rodríguez -
Las fiestas viven uno de los eventos más esperados y multitudinarios de la agenda con una cita cargada de emoción con seis toros de Torrehandilla. El poeta Félix Grande escribió que donde fuiste feliz alguna vez, no debieras volver jamás. No estaban de acuerdo con la afirmación, que después hizo suya el maestro Joaquín Sabina, los corredores que han guiado los toros de Torrehandilla en el encierro de Almassora.

Todos fieles a la cita. Las previsiones meteorológicas más agoreras se han despejado y, a las 12.00 horas, como estaba previsto, Limosnero, Agitador, Extravagante, Vanagloria, Trigueño y Trapero han salido de los corrales de la plaza de la Iglesia bajo la expectación que caracteriza el primer acto taurino de las fiestas de Santa Quitèria. 

A esas horas los objetivos de fotógrafos como Vicente Arenós, José Luis Pallarés, Villa, Alejandro Navarro o Javi Rivera buscaban ya a la torada desde sus respectivas posiciones dentro del recorrido, en el que también estaba el centenar de personas del dispositivo. Los seis toros -cuatro financiados por El Caragol, Aficionats al Bou, Aficionades Taurines, Penjats, Barrilet, El Racó, T’empujen, l’Avagelio, La Tabarra y El Jolgorio y dos por el consistorio- han enfilado la calle San Joaquín disgregados y con dos de ellos más rezagados.

Uno de los ejemplares negros ha tomado la delantera mientras avanzaba hacia el Raval. Precisamente, en la talanquera que acota dicho tramo, se ha producido el primer susto de la mañana, cuando un aficionado se ha quedado a merced del toro; mientras éste se empotraba contra los barrotes. Tras el milagro, que no fue el único de la mañana, la manada ha proseguido la marcha con cuatro toros por delante arropados por los cabestros y los dos últimos cerrando a unos metros.

En la barrera de La Picaora no cabía ni un alfiler para disfrutar paso de los ejemplares sevillanos. La manada ha continuado rota por la llamada Estafeta de Almassora, con dos toros limpiando literalmente la calle, lo que ha propiciado que muchos cogieran toro, pero que se registraran múltiples caídas.

Los corredores almassorins Samuel Valero, Víctor Cerisuelo y Jonathan Soler han sido un año más anfitriones en la calle San Vicente, tirando de la manada junto a corredores murcianos, como Antonio García. No ha faltado el grupo de corredores del Pont Vell d’Ontinyent; llegados de Logroño; Jose Ruiz de València, Alberto Hernández de Móstoles o Chuchete de Cuéllar, entre otras caras conocidas y habituales del circuito.

El decano de los corredores en activo, Torrechiva, de Onda, ha llegado hasta el último tramo, donde los ha visto llegar. Un minuto y 45 segundos después se cerraba el portón de los corrales de la zona del Portal. Los nervios daban paso a los abrazos y al típico ¡Hasta octubre!. Porque ellos sí que vuelven al lugar en el que han sido felices.

LO MÁS VISTO EL ÚLTIMO MES