Cuatro puertas grandes y un escaso encierro de presentación y comportamiento de Vellosino: así ha sido el último festival de Ciudad Rodrigo  

Autor: VERÓNICA TAPIA -
Perera, Cayetano, Ureña y el novillero sin picadores Navalón han salido a hombros cortando dos orejas a cada novillo. El Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo cierra su festividad con un festival donde Cayetano, Miguel Ángel Perera, Paco Ureña y el triunfador del Bolsín Taurino Mirobrigense Samuel Navalón se han medido frente a los astados de Vellosino, de menor tamaño que los Montalvo elegidos para la novillada. El primero en actuar fue Miguel Ángel Perera a quien le tocó en suerte un primer Vellosino escaso de fuerza, al que Perera a base de disposición y mimo selló primero series a media altura, cuidando a su oponente, para rematar con un par de tandas de naturales lentos, haciendo uso de los vuelos de su muleta. Dos orejas. Con un variado, aunque corto, saludo capotero recibió Cayetano Rivera al segundo de los Vellosino, con más fuerza y más cuajado que su anterior hermano. De comportamiento fue soso, aunque a base de insistencia y actitud Cayetano pudo componer una obra de menos a más por la que le fueron concedidas las dos orejas pese al espadazo trasero que dejó. En su vuelta al ruedo, el albero se inundó de aficionados que querían tomarse una foto con el torero. Muy escaso de presentación fue el tercero al que Paco Ureña estuvo probando con el capote, firmando sólo un par de Verónicas sueltas de recibo. Tras la suerte de varas sí pudo lucirse con un despacioso quite por delantales. En banderillas David Salvador estuvo en apuros en sus dos pares antes de que el murciano cogiera la franela para sellar una obra intermitente y monótona. Tras una estocada caída que hizo guardia paseó las dos orejas. El último en actuar fue el triunfador del Bolsín Taurino Mirobrigense de este año, Samuel Navalón, que se mostró con actitud y valentía desde la primera toma de contacto con dos largas cambiadas, donde el novillo arrolló al joven que se mostró con sangre en la cara. Aun así quitó por gaoneras a posteriori antes del susto que sufrió el banderillero local José Andrés Gonzalo cuando el Vellosino le propinó un revolcón en banderillas. Brindó Navalón a los tres diestros que completaban el cartel, antes de componer una obra de mucha hambre de triunfo con extraordinarios derechazos y circulares que dejaban entrever sus ganas y arrebato torero. Arriesgó el novillero, con varios atropellos, y un cierre por ajustadas bernardinas: dos orejas tras el descabello. Al terminar la faena el novillero pasó a la enfermería.

AUTOR: VERÓNICA TAPIA    https://www.salamanca24horas.com

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