La feria taurina arranca con un fuerte susto ante una vila repleta

Autor: PATRICIA RODRÍGUEZ
Lo anunciaban los carteles. Puntero, de la ganadería Jacinto Ortega, lucía en una tablilla en la fachada del antiguo ayuntamiento. Almassora abrió ayer tarde la feria taurina de Santa Quitèria en su plaza Mayor. Plaza de pueblo convertida, dos semanas al año, en plaza de primera.
En la hora que Lorca convirtió en taurina, una hora antes del horario habitual debido al traslado de la patrona, Almassora recordó al ganadero local Óscar Llorens, El Pincho. A él se le brindó la primera tarde, con la peña El Porrat y Aficionats al Bou como anfitriones en una vila repleta.
El Jacinto Ortega de la peña El Porrat salió por la puerta pequeña. Le puso Richard la chaqueta para templarlo, atesorando el honor de rodar al primer cerril de la semana. Con él ajustó Borja Gimeno a la rodada.
Puntero resultó rematador en cadafals y talanqueras. Ya en La Picaora, lo rodó un veterano aficionado del Castellón. Una acción con mala fortuna al hacerle hilo el animal hasta los barrotes y, ya en ellos, lo empitonó en varias ocasiones. El hombre, J. A. M., de 72 años y conocido como El Cordobés, fue atendido en la enfermería por el reconocido doctor Gustavo Traver de dos cornadas en el muslo, cerca de la ingle, y una puntada en el tobillo, según informaron fuentes oficiales. Fue trasladado al Hospital General.
bravura // Debutaba la ganadería de Los Azores en la Vila de Almassora de la mano de Aficionats. Pistacho, uno de los pupilos del hierro propiedad del valenciano Rafa Azor, protagonizó una vibrante salida en la que tuvo muchos novios en la misma plaza Mayor. Tras reconocer el recinto taurino y visitar La Picaora, el número 41 registró los mejores momentos en la calle San Vicente. Allí se oyeron los aplausos, cuando Patricio desplegó su chaqueta para embarcarlo y también cuando César Palacios lo rodó con la clase que le caracteriza.
Precisamente, dicho punto de la vila centró todas las miradas en la apertura de la feria. La calle San Vicente volvió a ser ayer kalea Estafeta. Pasados dos minutos de las 11.00 horas los toros de Germán Vidal dieron vida al encierro que inauguró la semana taurina. Los animales tomaron San Joaquín y Colón para desembocar en la Estafeta de la localidad. La torada partida en tres permitió que los corredores, procedentes de toda España, cogieran sitio. Los de Germán Vidal, de nuevo estirados, volvieron a las calles minutos después para protagonizar el desencierro. A su llegada a la plaza Mayor dos de los ejemplares se resistieron unos minutos a entrar en los corrales. 

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