Almassora se viste “de luces” en el inicio de la feria taurina de Santa Quitèria

Autor: PATRICIA RODRÍGUEZ
Amaneció Almassora sin ese cielo "cárdeno" del que tanto se rehúye en fiestas. Un color que ayer pintaba Madrid a través del pelaje de seis victorinos de gesta. La encerrona de Alejandro Talavante en Las Ventas era el foco de atención del mundo del toro en la tarde que la feria de Santa Quiteria, sin pretensión de hacerle sombra a las luces del extremeño, comenzaba a andar con la exhibición de tres cerriles.
Las comparaciones son odiosas y más cuando está en juego la vida de una persona. “El toro no pide el carné”, anotaría Joaquín Vidal si aún pudiera hacer la crónica desde el tendido 10. El Manuel Blázquez de La Tribu, Roser y la debutante, El Arte, se quedó en la finca viendo "El Plus” y fue otro ejemplar de Toros de Casa Domecq el que tuvo el cometido, y también el honor, de abrir el serial a las 18.00 horas. Borja Gimeno, de lila y sin oro, templó de salida al de procedencia Marqués de Domecq, que se fue por las calles y no consintió volver a corrales hasta pasada 1 hora y 20 minutos. “Eso es porque echa de menos a César Palacios”, aseguraban los corrillos para los que no pasó desapercibida su ausencia.
"Pelón" y "Murallón", los dos toros anunciados en segundo lugar en sus respectivos carteles, se coordinaron para salir al ruedo. Si al Peñajara lo recibían las camisetas fucsia y albero de la ACT Aficionades Taurines en la plaza Mayor, al Victorino lo pasaportaba Talavante con el capote sobre el redondel venteño. Allí, la responsabilidad ganadera recaía en el mal llamado “Paleto de Galapagar”, que de paleto tiene poco; mientras en Almassora el compromiso era adquirido por José Luis, de la finca El Brau. Su pupilo tuvo movilidad, con arrancadas en La Picaora y la calle Mayor, dónde recibió aplausos el quiebro de Cristian "El Pincho". Pasadas las 20.00 horas, la reina, Laura Alguacil, y sus damas hacían el paseíllo hacia la plaza de La Picaora. Ellas sí consiguieron una entrada en barrera para presidir la salida del tercero, patrocinado por El Pardal, El Rollet, La Fuga, La Travessa y l’Emboscà, en tarde de “no hay billetes”. El de Salvador Domecq, colorado en chorreado, se lució sobre la arena con sendas rodadas tras la apertura del cajón y paseó 'palmito' por el recinto. Almassora daba por concluida así su primera tarde taurina mientras en Madrid un torero seguía luchando con su destino. Se hace camino al andar.

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