Revista La Puntilla del 23 de abril al 7 de mayo de 2013 - N.º 130

Autor: redaccion@lapuntilla.es
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Editorial // La importancia de las clases prácticas // Con la generalización de las escuelas taurinas en nuestra geografía nacional, se intentó crear una fórmula por la que los novilleros pudieran aprender el oficio,
sin que ello supusiera un desembolso más allá de lo razonable para estos centros formativos. El coste de una novillada sin caballos supera, en muchas ocasiones,
la capacidad de las escuelas o como mínimo hipoteca buena parte de su presupuesto, máxime si se tiene en cuenta que en muchas ocasiones estos festejos suelen ser gratuitos o a precios realmente módicos, mientras que los gastos fijos como la seguridadsocial, sueldos de las cuadrillas, novillos y de mas conceptos pueden rondar fácilmente los veinte mil euros, e incluso superarlos. La puesta en marcha de las clases prácticas supuso un balón de oxígeno para las arcas de lasescuelas, al reducir sensiblemente esta partida de gastos fijos. Estos festejos dan la apariencia de una novillada sin caballos, pues esa su función si lo que se pretende es preparar a los alumnos parafestejos de mayor envergadura, pero a la vez evitan despropósitos tales como la obligatoriedad de llevar una cuadrilla completa para cada novillero, e incluso permiten que sean los propios alumnos los queefectúen las labores de subalternos, reduciendo en este sentido uno de los capítulos de gasto más significativo. Permiten también la reducción del capítulo de seguros, al aprovechar el que ya tiene contratadola propia escuela. Estas y otras ventajas han logrado que provincias como la nuestra mantengan una programación a lo largo de toda la temporada y que en tiempos de estrecheces, como el actual, sepuedan seguir dando toros, aunque sean festejos menores, por toda la geografía provincial. Sin embargo, pese a todo lo conseguido, quedan todavía importantes flecos por concretar si queremos conseguir que estosfestejos se celebren con todas las garantías, a la vez que se aproveche las infraestructuras y permisos que muchos nuestros pueblos y ciudades disponen para sus fiestas y que representan una oportunidadde oro para la escuela. El curso pasado se celebraron más de una docena de clases prácticas por diferentes localidades, en los mismos recintos en los que se corren nuestros toros de calle y aprovechando los mismospermisos gubernativos, lo que supuso un numero de festejos impotantísimo a un coste mínimo. Sin embargo, dado que este tipo de permisos no contempla el sacrificio de la res, muchas de estas clases tuvieron que celebrarse “a la portuguesa”, impidiendo a los alumnos ejercitarse en la suerte suprema. Estamos a tiro de piedra del próximo verano, época en la que los toros de calle vuelven a adueñarse de nuestros pueblos y en laque las clases prácticas pueden volver a ocupar un lugar destacado dentro de la programación festiva. Tenemos los medios, tenemos los toreros y tenemos ganaderos con material de excelente calidad. La acogida de estetipo de eventos es cada vez mejor y más demandada por ayuntamientos que buscan un nuevo aliciente para sus fiestas. Tan solo falta una legislación que regule de manera concreta estos festejos y que permita el desarrollo completode la lidia en todas y cada una de sus suertes. Es muy de agradecer la buena voluntad de todos y cada uno de los que de un a u otra forma están implicados en este tipo de celebraciones para que puedan llevarsea cabo, el apoyo de unos, la permisibilidad de otros, el buen hacer de la mayoría, pero tarde o temprano las clases prácticas necesitarán una legislación que garantice su futuro y si puede ser antes, mejor que después.

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