Revista La Puntilla del 1 al 22 de enero de 2013 - N.º 123

Autor: LA PUNTILLA
Editorial // Vinaròs, la casa por el tejado // Leo con asombro en la prensa local que el Ayuntamiento de Vinaròs pretende ofertar a Cataluña su plaza de toros como reclamo turístico, lo cual me parece una idea fantástica, salvo por el hecho de que el edificio arquitectónicamente no tiene en más mínimo interés.
Si a lo que se refiere el consistorio es a su programación taurina, la cosa tampoco es como para sacar pecho, porque la plaza ni tiene, ni tendrá, salvo que el ayuntamiento cambie sus planteamientos, una programación estable. Casi todos lo años la “tradicional” corrida que se celebra durante sus fiestas se monta a última hora y el resto de festejos, si los hay, carecen de la más mínima programación. Las ocasiones en las que algún empresario ha intentado darle un mínimo de seriedad al coso, como ocurrió no hace mucho, la cosa suele terminar con números rojos, pese a programar festejos interesantes, publicitarlos como es debido y lograr el beneplácito de la afición. Pero lo cierto es que pretender hacer rentable una plaza con menos de 3.000 localidades, es una auténtica utopía y mucho menos en estos tiempos en que las entradas deben ser realmente “populares”, salvo, naturalmente, que se recurra a “montajes” o historias empresariales poco edificantes y que a la larga tan solo llevan a desprestigiar la propia plaza. El ayuntamiento decidió el año pasado sustituir el cánon anual de 18.000 euros por un alquiler por festejo casi simbólico, que no es mal paso, pero si lo que de verdad desea es atraer un potencial turismo “taurino”, debe ir mucho más allá, invirtiendo en una programación estable,sin grandes pretensiones, pero si lo suficientemente seria y atractiva como para poder ofertarla con alguna garantía de éxito. Hace unos años, durante una de las entregas de los Premios Cossio, coincidí con el alcalde de una localidad madrileña que había logrado que en su plaza se pasaran de apenas un lustro se pasara de 500 espectadores esporádicos a varios miles de abonados y ya estuvieran pensando en ampliar la plaza. El milagro, que no es tal, consistió en buscar un empresario serio, en este caso Tomás Entero, y ofrecerle una subvención suficiente para montar una feria adecuada a la plaza y que despertara interés. A medida que la feria fue cuajando, el consistorio redujo las ayudas y hoy por hoy Torrejón, que es la localidad en cuestión anuncia, en un serial de cuatro días, dos corridas de toros, una de rejones y un espectáculo de recortadores con actuantes como: Enrique Ponce, Manuel Jesús “El Cid”, Cesar Jiménez, Manuel Díaz “El Cordobés”, David Fandila “El Fandi”, Esau Fernández, Andy Cartagena, Joao Moura Hijo y Leonardo Hernández. Insisto, me parece fantástico que Vinaròs intenté situarse como la “Plaza de Toros de Cataluña”. Su situación geográfica es inmejorable y las posibilidades turísticas de la zona son ideales, en especial su gastronomía y sus playas. Pero sin siembra difícilmente habrá recolecta. Sin una programación estable y con la seriedad acorde a la plaza, difícilmente se logrará atraer a un público cada vez más desconectado. El turismo taurino necesita el mismo trato y los mismos cuidados que cualquier otro evento cultural o deportivo. Ni más ni menos, con la salvedad de que, probablemente, éste reporte a medio plazo muchos más dividendos a la localidad, siempre que las cosas se hagan como es debido.

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