Un peligroso encierro de Sorando abre el calendario en Almassora  

Autor: PATRICIA RODRÍGUEZ
Hay esperas que se hacen eternas. El tiempo tiene diferente medida dentro de un recinto taurino. Almassora fue ayer ejemplo de ello. Alrededor de 15 minutos más tarde de la hora anunciada aparecieron Torpón, Perrillero II, Reincorporado, Revuelto, Aislado y Solitario tras el portón de la plaza de la Iglesia. Empezaba así el encierro de Román Sorando con el que la ciudad abría las celebraciones de Santa Quitèria 2019.
Atrás quedaba un cuarto de hora repleto de nervios e incertidumbre en las calles y de gestión en la zona de corrales, para solventar un problema con la cuba de agua que anunciaron por megafonía, casi al tiempo en que sonaba la carcasa anunciadora. Sonó una segunda, tras la espera de rigor, y --entonces sí-- los seis ejemplares, patrocinados por el Ayuntamiento y las peñas El Caragol, Aficionats al Bou, Aficionades Taurines y El Trasto, enfilaron hacia la calle San Joaquín.
Cabestros por delante y manada agrupada. Imagen que cambió hacia el final del vial, cuando dos de los toros se colocaron a la cabeza, antes de girar por el Raval y emprender la calle Colón. Cambió el ritmo y las formas de la carrera y, lo que parecía un encierro lento y sin incidentes, pasó a ser rápido y peligroso.
Estirada la manada hacia la Picaora, en la esquina del estanco, uno de los astados encunó a un corredor, al que pisoteó el resto de la torada. Metros después, el animal cogió a varios mozos más al tomar la calle Mayor pegado a las fachadas de la parte derecha. La carrera recorrió en la misma posición la conocida Estafeta de Almassora, con dos toros situados en la delantera y el resto por detrás, arropados por los mansos. Y carreras de infarto. Para privilegiados. Más de dos minutos para los valientes que terminaron en los corrales provisionales de la zona del Portal. La atención se centró entonces en la posta sanitaria de la calle San Isidro, donde llevaron a los cuatro heridos, que resultaron contusionados leves.
7.000 PERSONAS / La afluencia de público, más de 7.000 personas según fuentes municipales, fue otra de las protagonistas en una mañana que comenzó muy pronto para las peñas patrocinadoras. A las 11.00 horas comenzó a distribuirse el operativo con más de 60 participantes, entre colaboradores, voluntarios, Protección Civil y agentes de la Policía Local.
La concejala de Fiestas, Isladis Falcó, incidió en «la satisfacción» que comparten «peñas y consistorio por haber traído un encierro con la presencia y el resultado del de Sorando, que ha vuelto a llenar las calles del pueblo de ambiente y de alegría».

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